Ante la implementación de nuevas tecnologías en la educación las aulas híbridas se volvieron cada vez más en una realidad inminente. En VirtualEd explicamos qué son y cómo funciona este nuevo tipo de espacio educativo.
Ing. Andres Lefkovics*
Aula híbrida se define como el entorno de aprendizaje que incluye una combinación de estudiantes que están presentes en el aula física y también participantes que interactúan de forma virtual.
Entre las variadas consecuencias que nos ha dejado y seguirá dejando la pandemia de Covid 19, sin dudas la educación formal y no formal fue uno de los sectores que ha debido cambiar dramáticamente toda su concepción educativa, incorporando nuevos abordajes mediados por tecnología. A la hora de analizar los recursos requeridos, ya sea de conectividad o hardware, las aulas híbridas, se presentan como una solución que intenta sintetizar y cubrir la brecha digital existente entre quienes necesitan continuar con su formación escolar, universitaria o profesional.
La principal dificultad detectada para la inclusión de tecnología es el acceso a internet. La poca o casi nula conectividad en distintas zonas y hogares del país, ya sea por falta de accesos a la fibra óptica o por falta de recursos e insumos tecnológicos básicos, notebooks, pc u otros dispositivos, demostró en los últimos relevamientos que muchos estudiantes acceden a través de telefonía móvil con el consiguiente uso de datos que también excluye a gran parte de los destinatarios. Sin duda, dotar a las instituciones educativas de conectividad y equipamiento de buena calidad resulta económicamente viable y técnicamente más fácil de implementar versus una solución que apunte a dar acceso individual a cada usuario.
Las autoridades piensan que la pospandemia se vivirá en las universidades con un sistema que combinará presencialidad con virtualidad
En esa dirección, el Ministerio de la Educación de la Nación presentó el Plan de Virtualización de la Educación Superior II (PlanVES II), una iniciativa de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) para dotar a las instituciones de recursos que permitan fortalecer los espacios de formación presencial y remota y el desarrollo y puesta en marcha de Aulas Híbridas.
Ahora bien: ¿Qué entendemos por implementación de aulas híbridas? ¿Podemos hablar de estándares? ¿Qué aspectos críticos se deben tener en cuenta a la hora de implementarla?
Estos interrogantes constituyen un punto muy importante a considerar a la hora de implementar estas soluciones.
En primer lugar, cada aula y cada institución requiere de un relevamiento técnico específico ya que no hay una norma o una solución única, sino que dependerá de múltiples factores: Las dimensiones físicas, las condiciones de iluminación, el aislamiento acústico, la calidad del hardware utilizado y el modelo pedagógico seleccionado será único para cada establecimiento. Por otro lado, la infraestructura de red y acceso a internet debidamente dimensionado a cada establecimiento es otro factor crítico que suele perderse de vista a la hora de implementarse la solución técnica.
Es común encontrar establecimientos que no cubren la demanda de ancho de banda en horas picos por problemas de simultaneidad de acceso, es decir, los servicios contratados al proveedor de internet no están debidamente dimensionados y si bien el hardware es adecuado y hasta redundante, no es funcional porque no se analizó debidamente el consumo de datos en condiciones de simultaneidad o mala distribución de señal en una red desbalanceada.
Finalmente, cualquier solución, técnicamente adecuada fracasaría si no se tiene en cuenta el factor humano, que implica, en el caso de las aulas hibridas, tener docentes debidamente preparados en un nuevo entorno que deberán dominar y adecuar pedagógicamente para alcanzar los resultados esperados. Afortunadamente, esta pandemia ha demostrado la rapidez con que nuestro sistema educativo y sobre todo los docentes en los distintos niveles, han incorporado nuevas habilidades y conocimientos que permitieron llevar adelante estas nuevas propuestas a fuerza de voluntarismo y autoaprendizaje, lo que nos lleva a pensar con optimismo que las aulas hibridas, aportarán mejores resultados en el corto plazo.